Sesión 8

Llegamos ya a la sesión final y nos toca volver la mirada atrás y ver el sentido de esta actividad. Como en otros muchos cursos, podemos conformarnos con las cosas que hemos visto, algunas muy divertidas, y probar alguna con nuestros alumnos en uno de estos días tontos que no sabemos bien que hacer con los niños.

 Sí, pero también podemos ir un poco más allá. Aparte de las estupendas actividades que nos han mostrado nuestros compañeros, hemos pasado mucho tiempo del curso reflexionando sobre cómo deberían ser nuestras clases y analizando sus carencias.

¿Cuál sería el verdadero reto al acabar este curso? ¿No estaría bien por una vez coger la senda menos cómoda y descubrir cosas nuevas en lugar de ir por las cómodas autopistas que nos ofrecen los libros de texto? ¿Seríamos capaces de aplicar cambios significativos a nuestra manera de dar clase, y hacerlo de una manera seria y sistemática? ¿Y si además trabajamos en la misma línea los colegios y los institutos para que los alumnos no se estrellen con el cambio?

Con la intención de conseguir algunas de estas cosas, nos hemos propuesto darle continuidad a esta actividad mediante la implicación de los profesores en grupos de trabajo. Estos estarán disponibles para los participantes en el curso, pero también para otros profesores concienciados y que creemos que pueden aportar algo interesante.

Estos grupos de trabajo funcionarían durante tres meses, desde mediados de
febrero hasta mediados de mayo. El sistema de organización lo hará el grupo de
manera interna, pero de entrada se plantean al menos tres reuniones fijas: una
inicial en la que se constituiría el grupo de manera oficial, una intermedia de
seguimiento de los trabajos realizados, y una final de entrega del material y
evaluación.

La tarea que habría que realizar tendría dos vertientes:

1. Programación del área: redacción o adaptación de los aspectos de la programación de Inglés más relevantes para la práctica docente. A este respecto consideramos que el apartado de Evaluación es el decisivo, porque arrastra todo el resto de la práctica docente. Esto incluiría los instrumentos de evaluación, el tipo de pruebas, criterios de calificación, etc.

Lo ideal sería que estos cambios en la programación pudieran llegar a la programación de nuestro centro, pero, si no es posible, nos serviría para ser coherentes nosotros mismos con nuestra manera de dar clase.

Alicia Pérez nos contó qué criterios se aplicaban en su centro, y nos mostró el modelo de lista de calificación automatizada que emplean por evaluación. Es este:

2. Aplicación de una experiencia:  Se trataría de elegir uno de los temas vistos en el curso y diseñar o adaptar una actividad modelo que luego aplicaríamos en el aula. Como producto final rellenaríamos un informe de la experiencia que incluiría de qué manera se realiza la actividad, cómo se ha desarrollado y una valoración de la misma. también se incluiría en la documentación los instrumentos de evaluación empleados y fotos o vídeos (si es posible) de la aplicación en el aula. Este es el modelo de informe en blanco:

Los criterios para crear los grupos de trabajo pueden ser variados:

Agrupación por zonas: Cuando consideramos que lo más importante es coordinarnos con los centros de nuestra zona, para aplicar actividades y modelos de evaluación comunes.

Agrupación por líneas de trabajo: Cuando queremos centrarnos en un tema concreto que consideramos importante mejorar en nuestra práctica docente. Las principales líneas temática son estas:

  • Adaptación libre del libro de texto.
  • Tratamiento y evaluación de las destrezas orales.
  • Tratamiento y evaluación de las destrezas escritas.
  • Aplicación de recursos digitales a la enseñanza.

Terminamos la sesión con una dinámica de agrupamientos flexibles que nos permitió hablar de las actividades que habíamos experimentado en el aula, y de las carencias que reconocíamos en nuestras clases, y de ahí sugerir propuestas de trabajo que nos permitieron encontrar compañeros con los que nos gustaría trabajar.

Una vez terminado el curso, quisiera agradecer a los compañeros que nos han contado su experiencia en las ponencias, y que no les importó meterse en este lío (a pesar de los nervios de ser algo nuevo). Y también a todos vosotros, que tenéis la mente abierta al cambio, que sois capaces de reconocer las cosas buenas y menos buenas de vuestras clases y que estáis siempre dispuestos participar en actividades de formación. De corazón, gracias.